domingo, 18 de octubre de 2015

Capitulo 9. {Novela Vegetta}

Me levante de la cama aun desnuda y me metí en el baño para darme una ducha relajante. Cerré el grifo y me lié en mi toalla. Me vestí con unos shorts de pijama y una sudadera;

Samuel: ¿estás bien? –dijo mirándome-
Ainhoa: si, ¿por qué?
Samuel: ¿te he hecho daño? –dijo con la voz apagada-
Ainhoa: no, no, tu tranquilo, lo has hecho genial. –Dije dándole un beso-

{Cuatro días después}

Llego el día en el que teníamos que irnos de la ciudad que tantos recuerdos nos había dejado, esos recuerdos que no olvidas aunque pasen cien años. Llegamos a España y cogimos nuestras maletas;

Ainhoa: quédate hoy en mi casa. –dije poniendo cara de cachorrito-
Samuel: no puedo, he quedado para salir de fiesta con un amigo que hace mucho tiempo que no veo, mañana soy todo tuyo. –dijo abrazándome-
Ainhoa: esta bien, pero no bebas mucho, por favor.
Samuel: yo no bebo, mi amor. –dijo besándome-

Deje a Samuel en su casa y me fui a la mia, deshice la maleta y me tumbe en el sofá a ver varias películas, total, no tenia nada mejor que hacer. Recibí un mensaje en mi móvil, al abrir aquel mensaje, mi móvil cayo instantáneamente al suelo haciendo que rebotase en el sofá. Ese mensaje cambiaría mi vida por completo. Era una foto de Samuel besando en los labios a una morena en la puerta de una discoteca. Tenía un texto: “A esto es a lo que se dedica tu novio cuando sale de fiesta sin ti”. Me senté en el sofá y hundí mi cara en mis manos mientras lloraba desconsoladamente. Me sentía una inútil. Cogí mi móvil y llame a Samuel;

Samuel: dime, Ainhoa.
Ainhoa: escúchame atentamente, no me llames, no vuelvas a hablarme en el trabajo, olvida donde vivo y olvídame a mí.


Dicho eso, colgué el móvil y lo tire al sofá, sentándome en el suelo sin parar de llorar.

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