{Tres meses después}
Habían pasado ya tres meses desde que
Samuel y yo nos comprometimos. Habían pasado muchas cosas en estos tres meses,
mi familia había vuelto a la normalidad, mi madre había hablado con la de
Samuel y habían vuelto a ser amigas inseparables, al fin y al cabo, todo había
salido bien, al volver a España, Raúl se puso en contacto conmigo para darme la
enhorabuena por el compromiso, cosa que agradecí y también Samuel y yo nos
fuimos a vivir a un piso en plena Gran Vía. Tras volver de Argentina, volví a
verme con Melo varias veces, bastantes diría yo, cosa que me encantaba, estar
con ella me relajaba.
Hoy, 18 de Octubre de 2015, Samuel y yo
nos casábamos, iba a ser una boda con cientos de invitados, todos los que
estuvieron en el evento estaban invitado, sumando a amigos cercanos y más gente
de Youtube, nuestra boda iba a estar bien documentada por tantas cámaras allí
presentes. Mis nervios estaban a flor de piel y se me podía notar por como
movía mi pierna mientras me peinaban;
Melo: Para quieta ya, a este paso te da
un chungo y no te casas. –dijo riendo-
Ainhoa: No puedo estar quieta, quiero que
todo salga bien y no haya ningún fallo. –dije relajando un poco la pierna-
Melo: Todo va a salir bien, hay mucha
gente detrás de todo esto encargada de que nada falle. –dijo tocándome el brazo
para tranquilizarme-
Ainhoa: Esta bien, confío en ti. –dije
con una sonrisa-
Terminaron el peinado y llego el turno de colocarme el vestido, era lo
último que me puse ya que se arrugaba con cualquier cosa. El vestido había sido
regalo de la madre de Samuel, así que lo quería cuidar como si mi vida se
basara en ello;
Mama: ¿Estas lista? –pregunto entrando en la habitación donde yo estaba-
Ainhoa: Físicamente si, mentalmente no. –dije riendo-
Mama: Venga, todo va a salir bien. Ay mi niña que se me casa. –dijo casi
llorando-
Ainhoa: Venga mama, sabes que este día iba a llegar tarde o temprano.
–dije abrazándola-
Llegamos a la iglesia y yo entre agarrada del brazo de mi madre ya que
mi padre no podía estar presente aquel día. Al llegar al altar pude ver a un
Samuel en traje de chaqueta, más sexy de lo normal. Llego el momento de darnos
el ``si quiero´´;
Samuel: Acepto quererla todos los días que me queden de mi vida, en la
salud, enfermedad, pobreza o riqueza, pero siempre a mi lado. –dijo colocándome
mi anillo-
Ainhoa: Acepto cuidar nuestro amor durante toda nuestra vida y a no
separarnos nunca, siempre a mi lado. –dije colocándole su anillo y besándole-