domingo, 4 de octubre de 2015

Capitulo 2. {Novela Vegetta}

Habían pasado dos días desde que empezamos las prácticas y Samuel seguía sin dirigirme la palabra, ni siquiera me miraba cuando nos cruzábamos, que yo supiera, no le había hecho nada, o eso creía yo. Una de las veces que nos cruzamos en los pasillos no pude evitar pararlo;

Ainhoa: ¿me puedes explicar que te he hecho yo para que no me hables?
Samuel: no quiero hablar.
Ainhoa: pero es que no me puedo explicar porque no me hablas…
Samuel: me están esperando, adiós.

Dicho eso, siguió su camino, dejándome plantada en mitad del pasillo con cara de estúpida. Acabe mi turno por hoy y me fui a casa aun pensativa por las palabras de Samuel, encendí la tele y quede paralizada frente a esta:

Periodista: hoy se cumplen tres años desde el accidente de crucero en el cual murieron 340 personas, del cual 120 cadáveres siguen sin ser localizados, la policía paraliza el caso por falta de pistas sobre el accidente.
Ainhoa: mierda, se me ha olvidado por completo el aniversario.

Ese accidente se cobro la vida de mis padres y mi hermana Nina, ellos están entre esos cadáveres desaparecidos. Nunca pude enterrar sus cuerpos, cosa por lo que me odio cada 23 de febrero. Cada año he ido al cementerio donde se enterraron los demás cuerpos a llevar flores aunque mi familia no estuviese ahí. Baje lo más rápido que pude a la floristería y fui al cementerio a dejar las flores. Me acerque otro año más a aquella cripta y vi una cara conocida allí;

Ainhoa: ¿tu aquí?
Samuel: ¿me vas a perseguir hasta cuando vengo a ver a mi hermana?
Ainhoa: no te he seguido, he venido a ver a mi familia.
Samuel: lo suponía.
Ainhoa: ¿sabías que había pasado en mi familia?
Samuel: parece mentira que aun no te hayas dado cuenta después de ignorarte.
Ainhoa: ¿de qué me conocías?
Samuel: te invito a algo y lo hablamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario