Había pasado un mes de toda la pelea. Yo seguía en casa de Ainhoa, Willy y yo seguíamos mandandonos indirectas por Twitter de que nos echabamos de menos, algo que era cierto. Yo seguía viendo los vídeos de Willy, escuchando su voz, la cual echaba tanto de menos. Durante este mes apenas había comido, mi apetito se había reducido, había perdido 5 kilos, algo que no era bueno. Habia estado todo el mes sin abrir WhatsApp, cuando lo instale de nuevo tenia 800 mensajes de Willy, 579 de Rubius, 300 de Mangel e incluso mensajes de la hermana de Willy.
Esa mañana me levante decidida a ir a hablar con Willy, con miedo;
Ainhoa: ¿Estas segura?
Leire: Lo estoy.
Ainhoa: Si os perdonais, prometeme una cosa.
Leire: Lo que quieras.
Ainhoa: Prometeme que vas a comer mucho mas, por favor.
Leire: Te lo prometo.
Salí de casa de Ainhoa, me puse las gafas de sol y comencé a andar hasta casa. Cada paso que daba, me temblaban mas las piernas. Al llegar me encontré con Vegetta abajo, se acerco rápidamente a mi;
Vegetta: ¡Leire! -Dijo dandome un abrazo-
Leire: Hola... -Dije apagada-
Vegetta: Ahí arriba tienes a un chico al que hacer feliz.
Leire: ¿Como ha estado?
Vegetta: Sinceramente, fatal. No ha comido apenas, su voz se ha apagado...
Leire: Todo por culpa mía.
Vegetta: No, eso no ha sido así, ha sido todo un mal entendido y el te lo va a explicar, así que sube ahí y dale una gran sorpresa.
Leire: Gracias, eres el mejor amigo que he tenido en mi vida. -Dije abrazándole-
Llegue hasta la puerta de casa y llame al timbre, pude oír a Willy decir "ya voy" al otro lado de la puerta, cosa que hacia que mis nervios aumentaran por minutos.
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