Ruben se acerco rápidamente hasta mi y me abrazo;
Ruben: ¿¡Que te ha pasado!?
Laia: Tu querida ex, Jen.
Ruben: Otra vez esa...
Laia: Quería que te dejara, le dije que no, me tiro su bebida encima y casi la mato a puñetazos y tirones de pelo.
Ruben: Recuerdame que nunca te haga enfadar. -Dijo riendo-
Laia: Mas te vale. -Dije subiendo las escaleras-
Ruben: Vamos a dormir y mañana me encargo yo de hablar con esa...
Nos metimos en la cama y caí en un profundo sueño. Me desperté al siguiente día y no vi a Ruben a mi lado, fui hasta la habitación de los ordenadores;
Ruben: Buenos días, peque. -Dijo dándome un beso en la frente-
Laia: Buenos días...
Ruben: ¿Como estas?
Laia: De maravilla. No pasa nada, lo de anoche no fue nada.
Ruben: Vamos a llamar a Jen.
Bajamos hasta el salón donde tenia Ruben su móvil y pusimos el altavoz;
Jen: Oh, hola.
Ruben: ¿Y lo dices así?
Jen: ¿Que te pasa?
Ruben: ¿Acaso no te acuerdas de lo que paso anoche?
Jen: Yo no tuve la culpa, tu querida novia fue la que me busco.
Ruben: Sabes que eso no fue así, tu la buscaste a ella, mira, te llamo para recordarte que no te acerques a ella, que si la ves por la calle ni se te ocurra ni rozarle porque las vas a pagar muy cara, Jen.
Jen: Joder, ni a mi me protegías así...
Ruben: No te lo merecías.
Jen: Ya claro, y ella si.
Ruben: Ella me ha ayudado mas de lo que imaginas. Mira, no tengo que darte mas explicaciones, adiós
Pasamos el resto del día viendo películas en casa abrazados, Ruben era mio, para siempre, o no.
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