domingo, 6 de diciembre de 2015

Capitulo 26. {Novela Vegetta}

Al día siguiente estuve toda la mañana preparándome los exámenes para poder hacer un doctorado de medicina y poder ser profesora de universidad, esos exámenes tenían lugar dentro de dos meses, pero tenía que aprenderme treinta temas. Cuando mire el reloj eran las 15:45 y había quedado con Raúl a las 16:15 para tomar un café. Sin comer, me metí en la ducha y me arregle lo más rápido que pude, justo a la hora que debería estar con Raúl en Gran Vía estaba saliendo de casa. Llame a Raúl para avisarle que no tardaba en llegar y pedí un taxi. Al llegar ya estaba allí;

Ainhoa: Perdón por retrasarme, he estado toda la mañana estudiando y no me di cuenta de la hora que era. –dije dándole dos besos-
Raúl: No pasa nada, yo he llegado hace poco. –dijo sonriendo-

Pedimos un café cada uno y nos sentamos en una de las mesas que había fuera;

Raúl: Veras, yo quería explicarte todo lo de anoche… -empezó a hablar-
Ainhoa: Ya conozco tu versión, déjame explicarte la mía. –dije sonriendo-
Raúl: Adelante. –dijo sonriéndome también-
Ainhoa: No te voy a negar que no me gustara el beso, porque en el fondo yo también deseaba aquel beso, reaccione así porque como sabes hace unos meses que salí de una relación y no sabía cómo reaccionar, pero esta noche me he dedicado a pensar en todo y, ¿Por qué no empezar en una nueva relación? Quizá Samuel también haya empezado una nueva relación y ni se acuerde de mi… -dije acercándome a Raúl-
Raúl: Te quiero.

Termino con la corta distancia que había entre sus labios y los míos y nos fundimos en un dulce beso, quizá más dulce que el de la noche anterior. Nos terminamos nuestros respectivos cafés y fuimos a dar un paseo por aquella enorme avenida tan famosa de Madrid;

Raúl: ¿Te vienes a casa y vemos una película juntos?
Ainhoa: Acepto. –dije agarrándole de la cintura mientras el rodeaba mi hombro-

Llegamos a casa de Raúl y mientras el elegía la película, mi mirada se desvió hacia un cuadro con unas dedicatorias escritas en las que salía la palabra Auron, cosa que me llamo la atención;

Ainhoa: ¿Por qué te llaman Auron? –pregunte dubitativa-
Raúl: Es un nombre que se inventaron mis primos y desde entonces me llaman así.  

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