No perdía con la vista a Samuel ni un
segundo, pude ver como una chica le preguntaba algo y el miro para donde yo
estaba señalándome y se acerco hasta la puerta donde yo estaba;
Samuel: Aquí fuera hay mucha gente
queriendo hacerse unas fotos contigo y poder hablar. –dijo agarrándome de la
mano-
Ainhoa: ¿En serio? –pregunte alucinada-
Salí junto a Samuel, a lo cual la gente
reacciono con gritos de mi nombre pidiéndome que me acercara a ellos, Samuel
fue para uno de los lados y yo fui para el otro. Me acerque a la chica que le
pidió a Samuel que saliera yo, mi sorpresa fue al ver quien era esa chica, era
ella, sin duda, mi hermana, la cual había desaparecido tantos años atrás, mucho
más cambiada desde el día que me despedí de ella, pero estaba segurísima de
quien era;
Nina: ¡¡AINHOA!! –dijo abrazándose a mí y
comenzando a llorar-
Ainhoa: Nina por dios, no puede ser.
–dije llorando-
Nina: Te he echado tanto de menos…
Pedí al hombre de seguridad que estaba a
mi lado que la metiera para dentro del hotel, le di las explicaciones
necesarias de quién era y me hizo caso. Samuel miraba dubitativo aquella
escena, el no se había dado cuenta de quién era aquella niña con la que había
entrado al hotel. Deje a Nina dentro y salí otra vez para hacerme varias fotos
con las personas que me lo pidieron. Volví a dentro y me lleve a Nina a mi
habitación;
Ainhoa: Necesito muchas explicaciones.
–dije dando vueltas por la habitación-
Nina: Esta bien, empiezo… Veras, el día
del naufragio del crucero, fuimos secuestrado por un grupo de personas que
provocaron todo el accidente, nos trajeron aquí a Chile y estuvimos
secuestrados durante años, años en los cuales estuvimos recibiendo palizas de
parte de los secuestradores, hasta hará cosa de dos años que fueron
descubiertos por la policía y nos liberaron a todos los secuestrados. Por culpa
de aquellas palizas, papa murió en una de ellas y mama perdió la memoria por
completo. Llevo años intentando que mama recuperara la memoria, pero es un
proceso muy lento, he intentado volver a España, pero sin los papeles
importantes, no hemos podido conseguir los pasaportes ni nada. –explico mi
hermana entre lagrimas, al igual que yo-
Ainhoa: ¿Y la otra chica que iba contigo?
–pregunte-
Nina: Esta viva, esta con mama. –confeso
mi hermana por fin-
Ainhoa: Esa chica es hermana de Samuel,
¿lo sabes?.
Nina: ¿Vegetta? –pregunto alucinada-
Ainhoa: Si, ese chico es amigo nuestro
desde pequeñas, dime que lo recuerdas, por favor.
Nina: Me acuerdo, pero no sabía que era
Vegetta.
En ese mismo momento, llego Samuel a la
habitación y era hora de contárselo todo.
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