A la mañana siguiente nos levantamos tristes al pensar que era el ultimo día en Paris, pero no podíamos estar mas tiempo ya que tenia clases en la Universidad. Willy se tumbo encima mía y ahí ocurrió lo que tenia que ocurrir. Mas tarde, pensamos a donde pasaríamos el último día;
Willy: ¿A donde podemos ir?
Leire: A disneyland.
Willy: Pues venga, vamos.
Llegamos hasta el gran parque y entramos a todas las tiendas y atracciones que había. Compramos un pijama mi Mickey a mi sobrino, a mi hermana le compramos unas típicas orejas de Minnie y a Vegetta una taza de Toy Story, sabíamos que le haría bastante ilusión.
Tras comer por el parque, recogimos las maletas del hotel y nos fuimos para el aeropuerto.
El avión para Los Ángeles despego y tras 12 horas de vuelo, llegamos sanos y salvo.
Llegamos hasta casa y allí estaban esperándonos Vegetta y mi hermana con el pequeño Samuel, cada día estaba mas mayor, les dimos los regalos;
Willy: Hemos traído regalitos para todos.
Vegetta: ¿En serio? A ver...
Leire: Esto es para el peque. -Dije dándole a mi hermana el pijama-
Sara: Pero que cuqui, por favor.
Willy: Esto para el tonto de Vegetta. -Dijo riendo-
Vegetta: AAAAAAAAH, LA TAZA DE TOY STORY.
Leire: Y esto para mi hermana bonita.
Sara: Omg, las orejas de Minnie, me las debias eh...
Leire: Si, por la que te rompí hace años...
Tras entregar todo nos fuimos a dormir, el viaje nos había dejado totalmente agotados.
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